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哈姆雷特 第五幕之第一场
日期:2011-03-29 05:39  点击:1174

哈姆雷特 第五幕之第一场

 

V.i Entran dos RÚSTICOS [L1] [el ENTERRADOR y su COM­PAÑERO].
 
ENTERRADOR
    ¿Se va a dar cristiana sepultura a la que conscientemen­te buscó su salvación?
COMPAÑERO
    Te digo que sí, conque cava ya la fosa. El juez ha visto el caso y dice que cristiana.
ENTERRADOR
¿Cómo es posible si no se ahogó en defensa propia?
COMPAÑERO
    Pues eso ha decidido.
ENTERRADOR
Entonces habrá sido se offendendo[L2] ; no pudo ser otra cosa. La cuestión es esta: si yo me ahogo a sabiendas, esto arguye un acto; un acto tiene tres ramas: hacer, obrar, realizar. Ergu ella se ahogó a sabiendas.
COMPAÑERO
    Escucha, señor cavador...
ENTERRADOR
Perdona. Aquí está el agua: bien. Aquí, el hombre: bien. Si el hombre va al agua y se ahoga, quieras que no, es él quien se va. ¿Te fijas? Pero si el agua viene a él y le ahoga, él no se ahoga a sí mismo. Ergu quien no es culpable de su muerte no pudo acortar su vida[L3] .
COMPAÑERO
¿Esa es la ley?
ENTERRADOR
¡Pues claro! La ley que lo investiga.
COMPAÑERO
¿Quieres saber la verdad? Sí no es una señora, no le dan cristiana sepultura.
 
ENTERRADOR
Exacto. Y es una pena que los grandes tengan más derecho a ahogarse o colgarse que sus hermanos cris­tianos. ¡Venga, la pala! En la antigüedad no había más señores que los jardineros, cavadores y sepultureros. Tenían el oficio de Adán.
COMPAÑERO
¿Adán fue caballero?
ENTERRADOR
El primero en armarse.
COMPAÑERO
¡Pero si no tenía armas!
ENTERRADOR
¿Tú es que eres pagano? ¿No dice la Biblia que Adán tuvo que labrar la Tierra? Luego se armó de paciencia. Voy a hacerte otra pregunta. Si no la contestas, confe­sión y...
COMPAÑERO
Venga.
ENTERRADOR
Albañil, calafate o carpintero: ¿Quién construye más fuerte que los tres?
COMPAÑERO
El que hace la horca: el armazón sobrevive a mil ocu­pantes.
ENTERRADOR
Eso me ha gustado, de veras. Lo de la horca está bien. Pero, ¿para quién? Está bien para los que hacen mal. Entonces está mal decir que una horca es más fuerte que una iglesia; ergu la horca estará bien para ti. Otra vez, venga.
COMPAÑERO
¿Que quién construye más fuerte que albañil, calafate o carpintero?
ENTERRADOR
Vamos, dilo y a correr.
COMPAÑERO
¡Ya lo tengo!
ENTERRADOR
Venga.
COMPAÑERO
¡Dios, no lo sé!
 
Entran HAMLET y HORACIO a distancia.
 
ENTERRADOR
No te devanes los sesos, que, por más que le pegues, tu burro no irá más rápido. Cuando te vengan con esa pregunta, tú di que el sepulturero, porque las casas que hace duran hasta el Día del Juicio. Vamos, corre a la taberna y tráeme una jarra de aguardiente.
 
[Sale el COMPAÑERO.]
 
    [Canta]        De joven yo amé, amé;
           me pareció muy grato
           menguar mis anos con placer;
           igual no lo había probado‑
HAMLET
    ¿Es que este hombre no tiene sentido de su oficio, que cava tumbas cantando?
HORACIO
    Con la costumbre se vuelve una cuestión de indife­rencia.
HAMLET
Cierto. La mano que poco labra tiene el sentido más fino.
ENTERRADOR [canta]
Mas con sigilo la vejez
ha hecho presa en mí
y me transporta a la región[L4] 
como al que no ha gozado así.
 
Arroja una calavera.
 
HAMLET
Esa calavera tenía lengua y podía cantar. Este bribón la estrella contra el suelo como si fuera la quijada de Caín, que cometió el primer crimen. Tal vez fuese la cabeza de un político, ahora avasallado por un asno[L5] , capaz de engañar a Dios, ¿no crees?
HORACIO
Tal vez, señor.
HAMLET
O la de un cortesano, que diría: «Buenos días, mi señor. ¿Cómo estáis, mi buen señor?» Sería el señor don Tal, que elogiaba el caballo del señor don Cual cuando pen­saba pedírselo, ¿verdad?
HORACIO
Sí, mi señor.
HAMLET
Pues claro, y ahora es de don Gusano, sin mandíbulas y con la crisma sacudida por el sepulturero. Bonita transmutación, si supiéramos verla. ¿Tan fácil ha sido crear estos huesos que ahora sólo sirven para jugar a los bolos? Los míos me duelen de pensarlo.
ENTERRADOR [canta]
Un pico y una pala, pal,
envuelto en un sudario,
y un hoyo para huésped tal
será lo necesario.
 
[Arroja otra calavera.]
 
HAMLET
Otra más. ¿No podría ser la de un abogado? ¿Dónde están ahora sus argucias, sus distingos, sus pleitos, sus títulos, sus mañas? ¿Cómo deja que este bruto le sacuda el cráneo con una pala sucia sin denunciarle por agre­sión? ¡Mmm ... ! Tal vez fuese en vida un gran compra­dor de tierras, con sus gravámenes, conocimientos, transmisiones, fianzas dobles, demandas. ¿Transmitió sus transmisiones y demandó sus demandas para acabar con esta tierra en la cabeza? ¿Le negarán garantía sus garantes, aun siendo dos, para una compra que no excede el tamaño de un contrato? Todas sus escrituras apenas caben en este hueco[L6] . ¿No tiene derecho a más el hacendado?
HORACIO
Ni a una pizca más, señor.
HAMLET
Los pergaminos, ¿no son de piel de carnero?
HORACIO
Sí, Alteza, y de becerro.
HAMLET
Carnero y becerro ha de ser quien crea que aseguran algo. Hablaré con este hombre. ‑ Tú, ¿de quién es esta fosa?
ENTERRADOR
Mía, señor.
[Canta]                ... y un hoyo para huésped tal
                                será lo necesario.
HAMLET
Será tuya porque te has metido dentro.
ENTERRADOR
Y como vos estáis fuera, no es vuestra. Yo en esto no me he metido, pero es mía.
HAMLET
    Te has metido y has mentido diciendo que es tuya. Es para un muerto, no para un vivo; así que has mentido.
ENTERRADOR
    Señor, es una mentira viva y ahora vuelve con vos.
HAMLET
¿Para qué hombre la cavas?
ENTERRADOR
Para ningún hombre, señor.
HAMLET
¿Para qué mujer?
ENTERRADOR
Para ninguna, tampoco.
HAMLET
Pues, ¿a quién van a enterrar?
ENTERRADOR
A una que fue mujer, pero, que en paz descanse, está muerta.
HAMLET
¡Qué rotundo es el granuja! Como no hilemos delgado nos matarán los equívocos. De veras, Horacio; lo he notado en los últimos tres años: nos hemos vuelto tan finos que hasta el más palurdo le pisa el talón al corte­sano y le roza el sabañón. ‑ ¿Desde cuándo eres se­pulturero?
ENTERRADOR
De todos los días del año, desde aquel en que nuestro difunto rey Hamlet venció a Fortinbrás.
HAMLET
Y de eso, ¿cuánto hace?
ENTERRADOR
    ¿No lo sabéis? ¡Si hasta los tontos lo sabenl Fue el día en que nació el joven Hamlet, el que estaba loco y mandaron a Inglaterra.
HAMLET
    Sí, claro. ¿Y por qué le mandaron a Inglaterra?
ENTERRADOR
    Pues porque estaba loco. Allí recobrará el juicio y, si no, poco importa.
HAMLET
    ¿Por qué?
ENTERRADOR
    No se lo notarán: allí todos están igual de locos.
HAMLET
    ¿Cómo se volvió loco?
ENTERRADOR
    De un modo extraño.
HAMLET
    ¿Cómo «extraño»?
ENTERRADOR
    Vaya, pues perdiendo el juicio.
HAMLET
    ¿De dónde salió su locura?
ENTERRADOR
Pues de aquí, de Dinamarca. Mozo y hombre, yo llevo aquí de sepulturero treinta años.
HAMLET
    ¿Cuánto tarda en pudrirse un muerto enterrado?
ENTERRADOR
Bueno, si no se ha podrido antes de morir (pues hoy en día nos traen muchos venéreos que apenas se pueden enterrar), os puede durar unos ocho o nueve años. Un
    curtidor os dura nueve años.
HAMLET
¿Y él por qué más que otros?
ENTERRADOR
Pues, señor, porque tiene la piel tan curtida que el agua no la atraviesa en mucho tiempo, y el agua descompone bien a todo puto cadáver. Aquí hay una calavera; lleva enterrada veintitrés años.
HAMLET
¿De quién es?
ENTERRADOR
De un puto chiflado. ¿Quién creéis que era?
HAMLET
No lo sé.
ENTERRADOR
¡Mala peste de loco! Un día me vació en la cabeza una jarra de vino del Rin. Esta calavera, señor, es la de Yorick, el bufón del rey.
HAMLET
¿Ésta?
ENTERRADOR
    La misma.
HAMLET
Deja que la vea. ¡Ay, pobre Yorick! Yo le conocía, Horacio: tenía un humor incansable, una agudeza asombrosa. Me llevó a cuestas mil veces. Y ahora, ¡cómo me repugna imaginarlo! Me revuelve el estóma­go. Aquí colgaban los labios que besé infinitas veces. Y ahora, ¿dónde están tus pullas, tus brincos, tus cancio­nes, esas ocurrencias que hacían estallar de risa a toda la mesa? ¿Ya no tienes quien se ría de tus muecas? ¿Estás encogido? Vete a la estancia de tu señora y dile que, por más que se embadurne, acabará con esta cara. Hazla reír con esto. ‑ Horacio, dime una cosa.
HORACIO
Sí, mi señor.
HAMLET
¿Tú crees que Alejandro tenía este aspecto bajo tierra?
HORACIO
El mismo.
HAMLET
¿Y olía así? ¡Uf!
HORACIO
Igual, señor.
HAMLET
¡En qué bajos usos podemos caer, Horacio! ¿No podría la imaginacion rastrear el noble polvo de Alejandro y encontrarlo taponando un barril?
HORACIO
Sería una busca demasiado rebuscada.
HAMLET
No, nada de eso; habría que seguirle con mesura lleva­dos de lo probable. Es decir: Alejandro murió, Alejan­dro fue enterrado, Alejandro se convirtió en polvo. El polvo es tierra, con la tierra se hace el barro, y con el barro en que se convirtió, ¿por qué no se puede tapar un barril de cerveza?
Muerto y hecho barro, el imperial César
rellena un boquete y el aire intercepta.
¡Ah, que aquella tierra que al mundo arredró
tape una pared y corte un ventarrón!
Pero, alto. Apartémonos: se acerca el rey,
la reina, cortesanos.
 
Entran, siguiendo un féretro, el REY, la REINA, LAERTES, otros CORTESANOS y un SACERDOTE.
 
¿A quién siguen? ¿Por qué un rito tan menguado? Eso indica que el difunto al que siguen, temerario se quitó su propia vida. Y era de alto rango. Vamos a escondernos y mirar.
LAERTES
¿Qué más ceremonias?
HAMLET
Este es Laertes, un joven noble. Atiende.
LAERTES
¿Qué más ceremonias?
SACERDOTE
Sus exequias las hemos extendido
hasta el límite aprobado. Su muerte fue dudosa;
de no haberlo impedido una orden superior,
yacería en lugar no consagrado
hasta el Día del Juicio. En vez de plegarias, l
e habrían arrojado cascotes, guijas y piedras.
Pero aquí se le permiten ritos virginales,
flores de doncella y entierro en sagrado
con toque de campana y funeral.
LAERTES
¿Sin hacer nada más?
SACERDOTE
Nada más. Profanaríamos el oficio de difuntos
entonando un solemne responso y rezándole
como a las almas que mueren en paz.
LAERTES
Dadle sepultura
y que broten violetas de su carne
pura y sin mancha. Cruel sacerdote, yo te digo
que mi hermana será un ángel providente
cuando tú estés aullando en el averno.
HAMLET
¿Cómo? ¿La bella Ofelia?
REINA [esparciendo flores]
Flores a esta flor. Adiós.
Confiaba en que serías la esposa de mi Hamlet.
Querida niña, creí que iba a engalanar
tu lecho de bodas, no tu sepultura.
LAERTES
¡Ah, que un triple dolor
diez veces triplicado caiga sobre ese maldito
cuyo crimen te privó de tu excelsa cordura! –
Esperad, no la sepultéis hasta que yo
la tenga una vez más entre mis brazos.
 
Salta a la fosa.
 
¡Apilad ahora tierra sobre vivos y muertos
hasta hacer de este llano una montaña
que descuelle sobre el monte Pelión [L7] 
o la cumbre celeste del Olimpo!
HAMLET [adelantándose]
¿Quién es este
que vocea su dolor con tanto ímpetu
y hechiza a los planetas con su angustia,
dejándolos suspensos como a oyentes asombrados?
Aquí está Hamlet de Dinamarca[L8] .
 
Salta dentro tras LAERTES.
 
LAERTES
    ¡Que el diablo te lleve!
HAMLET
¡Qué mal rezas!
    Quítame esos dedos de la garganta,
    pues, aunque no soy impulsivo ni colérico,
    en mí hay algo peligroso
    que más te vale temer. ¡Quítame esa mano!
REY
    ¡Separadlos!
REINA
    ¡Hamlet, Hamlet!
TODOS [LOS CORTESANOS ]
    ¡Señores!
HORACIO
Calmaos, Alteza.
HAMLET
Por esta causa lucharé con él
hasta que mis párpados dejen de moverse.
REINA
¿Qué causa, hijo mío?
HAMLET
Yo quería a Ofelia. Ni todo el amor
de veinte mil hermanos juntos sumaría
la medida del mío. ‑ ¿Qué piensas hacer por ella?
REY
¡Ah, está loco, Laertes!
REINA
¡Por el amor de Dios, no le oigas!
HAMLET
¡Voto a ... ! Dime lo que harás.
¿Piensas llorar, luchar, ayunar, desgarrarte?
¿O beber vinagre, comerte un cocodrilo?
Yo también. ¿Has venido aquí a lloriquear,
a rebajarme tirándote a la fosa?
Si te entierras con ella, yo también.
Y si hablas de montañas, que nos echen encima
fanegas a millones hasta que la tierra
se queme la cabeza en el círculo solar
y el Osa parezca una verruga. Si voceas,
yo hablaré tan hinchado como tú.
REY
Esto es pura demencia;
el acceso no puede durarle mucho tiempo.
Muy pronto estará manso como una paloma
al salir del cascarón sus doradas parejas[L9] 
y se hundirá en el silencio.
HAMLET
Oídme bien. ¿Por qué me tratáis así?
Yo siempre os aprecié. Pero no importa.
Que Hércules haga lo que se le antoje;
el gato maúlla y el perro se impone[L10] .
 
Sale.
 
REY
Acompáñale, Horacio, te lo ruego.
 
Sale HORACIO.
 
Lo que hablamos anoche debe darte paciencia;
lo pondremos por obra de inmediato.
Gertrudis, haz que vigilen a tu hijo.
Esta tumba tendrá su perenne monumento.
Muy pronto veremos la hora tranquila;
mientras, la paciencia será nuestra guía.
 
Salen.
 

 [L1]En el original «Clownes». Esta palabra significaba «campesino, rústico», pero, tanto en la vida real como en los espectáculos, el rústico siempre ha sido objeto de risa, y en el teatro inglés pasó a designar al actor cómico que representaba este papel.
 [L2]En ofensa propia. El sepulturero quiere decir «se defendendo» (en defensa propia).
 [L3]Todas estas razones del enterrador son una parodia de los argu­mentos legales aducidos sobre la muerte de Sir John Hale, que se ahogó en 1554 en estado de enajenación mental.
 [L4]Entiéndase, «de la que me trajeron», tal como figura en el poema original del que procede la letra de la canción.
 [L5]Tercera referencia al primer fratricidio. Según una vieja tradición inglesa, Caín mató a Abel con una quijada de asno. Pero, Hamlet no parece referirse a una quijada de asno, sino a la de Caín, ahora maltratada por un «asno».
 [L6]En el original «Boxe», explicado como cráneo, ataúd, fosa o archi­vador de escrituras.
 [L7]En la mitología griega, montaña muy alta sobre la cual los gigantes colocaron el monte Osa para llegar al Olimpo.
 [L8]En el original, «Hamlet the Dane». Como observan muchos co­mentaristas, Hamlet hace valer sus derechos al trono de Dinamarca.
 [L9]La paloma pone dos huevos y, al nacer, el plumón de los polluelos es de color dorado.
 [L10]El sentido de este enigma se ha explicado así: nadie, ni Hércules, puede interrumpir el curso natural de las cosas. Pero también parece que Hamlet concibe a Laertes como un pequeño Hércules a pesar del cual él acabará imponiéndose.

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