西班牙语学习网
Capítulo 4 La encuesta judicial(3)
日期:2023-10-18 16:54  点击:245

El doctor Bryant dio su nombre y dirección y se presentó a sí mismo como especialista en enfermedades de garganta y oído.

—¿Puede usted, a su modo, contarnos lo que sucedió exactamente el pasado martes día dieciocho?

—Poco antes de llegar a Croydon, se me acercó el camarero y me preguntó si era médico. Al contestarle afirmativamente, me dijo que una de las viajeras se hallaba indispuesta. Al ir a reconocerla, vi que la mujer en cuestión se hallaba caída en su asiento. Llevaba muerta algún tiempo.

—¿Cuánto tiempo en su opinión, doctor Bryant?

—Diría que más de media hora. Yo pondría entre media hora y una hora.

—¿Hizo usted alguna conjetura sobre la causa de su muerte? —No. Hubiera sido imposible sin un detenido examen. —¿Pero vio usted un pequeño pinchazo en el cuello?

—Sí, señor.

—Gracias, puede retirarse. Doctor James Whistler.

El doctor Whistler era un hombre flacucho y menudo.

—¿Es usted el médico forense de este distrito?

—Sí, señor.

—¿Tiene la bondad de declarar lo que crea pertinente?

—El martes, día dieciocho, poco después de las tres, me llamaron del aeropuerto de Croydon, donde me mostraron el cadáver de una mujer de mediana edad postrado en uno de los asientos del avión Prometheus. Su muerte había ocurrido, según mis cálculos, una hora antes aproximadamente. Observé que tenía una punzada a un lado del cuello, precisamente en la yugular. Aquella señal podía haber sido causada por el aguijón de una avispa o por la incisión de un dardo igual al que me mostraron. Ordené el trasladó del cadáver al depósito, donde le hice un detenido examen.

—¿A qué conclusión llegó usted?

—Llegué a la conclusión de que la muerte se debió a la introducción de una violenta toxina en la sangre. La muerte se produjo por una parálisis aguda del corazón y debió de ser prácticamente instantánea.

—¿Puede decirnos qué clase de toxina era?

—Una toxina que hasta entonces me era desconocida.

Los periodistas, que escuchaban atentamente, apuntaron: «Veneno desconocido».

—Gracias, puede retirarse. iEl señor Winterspoon!

El señor Winterspoon era un hombre alto, de rostro bondadoso. Parecía un buen tipo, aunque algo bobo. Causó inesperada sorpresa conocer que era el director del Laboratorio Oficial de Análisis y una autoridad en venenos raros.

El juez le alargó el dardo fatal y le preguntó si lo reconocía.

—Sí —contestó el señor Winterspoon—. Me lo mandaron para su análisis.

—¿Quiere decirnos el resultado del análisis?

—Con mucho gusto. En mi opinión, la punta fue untada tiempo atrás con una preparación de curare. Y este es el tipo de flecha envenenada que usan algunas tribus.

Los periodistas anotaban todo aquello embelesados.

—¿Cree usted, pues, que la muerte se produjo por el curare?


分享到:

顶部
09/29 19:23