西班牙语学习网
Capítulo VIII La lista(2)
日期:2023-10-24 15:30  点击:234
—A la vista de esta relación, se señala claramente el autor del crimen. Y no obstante, no veo el por qué ni el cómo.
Japp se le quedó mirando.
—¿Pretende decirnos que con solo leer esta lista se ha formado ya una idea de quién cometió el crimen?
—Eso creo.
Japp le arrebató las cuartillas para leerlas de cabo a rabo, pasándoselas a Fournier en cuanto las hubo leído. Luego las dejó sobre la mesa para observar a Poirot.
—¿Pretende usted burlarse de mí, monsieur Poirot?
—No, no. Quelle idee!
—¿Qué le parece eso a usted, Fournier?
El francés se encogió de hombros.
—Tal vez parezca tonto, pero no veo que esa lista nos permita adelantar.
—Por sí sola, no —reconoció Poirot—. Pero ¿y si la relacionamos con ciertas circunstancias del caso? En fin, tal vez me halle en un error, un gran error.
—Bueno, exponga su Idea —pidió Japp—. Tengo mucho interés en oírla.
Poirot meneó la cabeza.
—No. Como usted dice, no es más que una idea, una simple idea. Esperaba encontrar una cosa determinada en esa lista. Eh bien, la he encontrado. Ahí está, pero parece señalar en la dirección errónea. La pista correcta, pero en la persona equivocada. Esto quiere decir que tenemos mucho trabajo por delante, y la verdad es que lo veo todo muy oscuro. No veo bien mi camino. Solo ciertos hechos permanecen en pie y armonizan entre sí. ¿No les parece a ustedes? No, ya veo que no son de mi opinión. Vamos, pues, y sigamos cada cual con nuestras respectivas ideas. No es que yo esté seguro de la mía, pero tengo mis sospechas.
—Creo que está usted hablando para sí mismo —comentó Japp levantándose—. En fin, otro día será. Yo trabajaré en Londres. Usted, Fournier, vuelva a París. Y usted, monsieur Poirot, ¿qué piensa hacer?
—Yo aún deseo acompañar a monsieur Fournier a París, ahora más que nunca, precisamente.
—¿Más que nunca? Me gustaría saber qué antojo se le ha metido en la cabeza.
—¿Antojo? Ce n 'est pasjoli, ça!
Fournier le estrechó la mano ceremoniosamente.
—Buenas noches y muy agradecido por su deliciosa hospitalidad. ¿Nos veremos mañana por la mañana en Croydon pues?
—Eso es. demain.
—Y espero que no nos maten en route.
Los dos inspectores salieron juntos.
Poirot permaneció un rato Inmóvil como si soñara. Luego se levantó, arregló todo lo que estaba en desorden, vació los ceniceros, colocó las sillas en su lugar y, acercándose a una mesa arrinconada, cogió un ejemplar de la revista Sketch, cuyas hojas pasó hasta encontrar lo que buscaba.
«Dos adoradores del sol». Este era el título. «La condesa de Horbury y el señor Raymond Barraclough en Le Pinet». Contempló aquellas dos sonrientes figuras en traje de baño, cogidas del brazo, y pensó:
«Me pregunto si podría conseguir algo con esas líneas. Quizá sí.»

分享到:

顶部
09/29 21:28