西班牙语学习网
Capítulo X La libreta negra(1)
日期:2023-10-24 15:33  点击:286

Capítulo X La libreta negra

Fournier fijó la mirada por unos instantes en ella y, convencido de que había dicho la verdad, se volvió con una expresión de desaliento.

—Es una lástima. Obró usted honradamente, mademoiselle, pero es una lástima.

—No pude evitarlo, monsieur. Lo siento.

Fournier se sentó y sacó una libreta de su bolsillo.

—Cuando la interrogué la última vez, mademoiselle, me dijo usted que no sabía los nombres de los clientes de su señora. Y ahora habla de ellos diciendo que se quejaban y pedían misericordia. Así pues, algo sabía usted de los clientes de madame Giselle.

—Déjeme explicar, monsieur. Mi señora jamás nombraba a nadie. Nunca hablaba de sus asuntos. Pero, de todos modos, era humana. Siempre se le escapaba algún comentario. Me hablaba a veces como si pensara en voz alta.

Poirot se inclinó hacia delante.

—¿No podría usted darnos algún ejemplo, mademoiselle?

—Déjeme pensar. iAh, sí! Llegaba, por ejemplo, una carta. La abría. Se echaba a reír con una risa breve, seca. Y decía: «Puedes llorar y lamentarte, señora mía. Pero de cualquier modo me pagarás». O bien: estúpidos! iMira que creer que les iba a dejar sumas importantes sin asegurarme antes! Saber es la garantía, Elise. El conocimiento es el poder». Decía cosas por el estilo.

—¿Veía usted a los clientes que venían a visitarla?

—No, monsieur. Al menos, raras veces. Subían al primer piso y casi siempre venían por la noche.

—¿Había estado su señora en París antes de salir de viaje para Inglaterra?

—Regresó a París la tarde anterior.

—¿Dónde había estado?

—Había pasado quince días en Deauville, Le Pinet, París-Plage y Wimereux; era su acostumbrada ruta de septiembre.

—Y ahora piénselo bien, mademoiselle: ¿no dijo nada ella, absolutamente nada que pueda arrojar alguna luz sobre el caso?

—No, monsieur. No recuerdo nada. Madame estaba alegre. Dijo que los negocios marchaban bien. Su viaje había sido provechoso. Luego me hizo telefonear a Universal Airlines y encargar un pasaje para Inglaterra, para el día siguiente. El primer vuelo de la mañana estaba completo, pero encontró un asiento para el vuelo de las doce.

—¿Dijo a qué iba a Inglaterra? ¿Tenía allí algún asunto urgente?

i Oh, no, monsieur! La señora iba a Inglaterra con frecuencia. Solía avisarme la víspera.

—¿Vino a visitar a madame algún cliente aquella noche?

—Creo que vino alguien, monsieur, pero no estoy segura. Tal vez Georges lo sepa. Madame no me dijo nada.

Fournier sacó del bolsillo varias fotografias de algunos testigos al salir de la encuesta.


分享到:

顶部
09/29 21:18