西班牙语学习网
Capítulo 6 - La indagatoria(4)
日期:2023-12-18 13:58  点击:252

Hubo una pausa muy breve, sólo un momento de duda. antes de que ella contestara.

—Sí, así es.

—Y la ventana del boudoir estaba abierta, ¿no es cierto?

Palideció ligeramente al contestar.

—Sí.

—Entonces tiene que haber oído la conversación sostenida en el boudoir, especialmente si

hablaban alto, con cólera. Realmente, desde donde estaba usted tenía que oírse mejor aún que

desde el vestíbulo.

—Posiblemente.

—¿Quiere repetirnos lo que oyó de la disputa?

—La verdad es que no recuerdo haber oído nada.

—¿Quiere usted decir que no oyó las voces?

—¡Oh, sí, oí voces! Pero no oí lo que decían. —Sus mejillas se colorearon ligeramente—. No

tengo la costumbre de escuchar conversaciones privadas. El coronel insistió.

—¿Y no recuerda usted nada en absoluto? ¿Nada, señora Cavendish? ¿Ni siquiera una palabra

o una frase perdida que le indicaran que se trataba de asunto privado?

La señora Cavendish pareció reflexionar. Aparentemente, seguía tan serena como siempre.

—Sí; recuerdo que la señora Inglethorp dijo algo, no sé exactamente qué, acerca de causar

escándalo entre marido y mujer.

— ¡Ah! — El fiscal se recostó satisfecho —. Eso concuerda con lo que Dorcas oyó. Pero

perdóneme, señora Cavendish. ¿No se marchó usted de allí, a pesar de darse cuenta de que era una

conversación personal? ¿Permaneció donde estaba?

Sorprendí un fulgor momentáneo en los ojos dorados de Mary Cavendish. Comprendí que de

buena gana hubiera hecho pedazos al abogaducho, pero contestó tranquilamente:

—No. Estaba a gusto allí. Me absorbí en la lectura.

—¿Y eso es todo lo que puede decimos?

—Todo.

Se dio por terminado el interrogatorio de Mary Cavendish, aunque dudo que el fiscal quedara

completamente satisfecho. Creo que sospechó que la testigo podía haber hablado más.

Amy Hill, dependiente de comercio, fue llamada a continuación y declaró haber vendido un

impreso para testamento en la tarde del 17 a William.

William Earl y Manning la sucedieron y declararon haber firmado un documento como

testigos. Manning fijó la hora en las 4.30 aproximadamente; William opinó que debía ser un poco

antes.

A continuación se presentó Cynthia Murdoch. Poco tenía que decir. No había sabido nada de

la tragedia hasta que la señora Cavendish la había despertado.

—¿No oyó usted la caída de la mesa?

—No; estaba profundamente dormida. El fiscal sonrió.

—El sueño del justo —observó—. Gracias, señorita Murdoch; eso es todo.

—¡Señorita Howard!

La señorita Howard mostró la carta que le había escrito la señora Inglethorp en la tarde del 17.

Poirot y yo, por supuesto, ya la habíamos visto. No añadió nada nuevo a lo que sabíamos de la

tragedia. A continuación reproduzco el contenido de la carta:

«17 de julio. Styles Court. Essex.

»Querida Evelyn:

»¿Quieres que hagamos las paces? Me ha costado trabajo olvidar lo que dijiste de mi querido

esposo, pero soy una vieja que te tiene mucho afecto.

»Con todo cariño, Emily Inglethorp.»

La carta fue entregada al jurado, que la examinó con toda atención.


分享到:

顶部
09/29 19:24