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Tan pronto como la rozaba parecía tocada por un resorte y se endurecía. Abrazarla era como abrazar una imagen con juntas de nudera. Y lo que era todavía más extraño: incluso cuando ella lo apretaba contra sí misma, él tenía la sensación de que al mismo tiempo lo rechazaba con toda su fuerza. La rigidez de sus músculos ayudaba a dar esta impresión. Se quedaba allí echada con los ojos cerrados sin resistir ni cooperar, pero como sometible. Era de lo más vergonzoso y, a la larga, horrible. Pero incluso así habría podido soportar vivir con ella si hubieran decidido quedarse célibes. Pero curiosamente fue Katharine quien rehusó. «Debían —dijo— producir un niño si podían.». Así que la comedia seguía representándose una vez por semana regularmente, mientras no fuese imposible. Ella incluso se lo recordaba por la mañana como algo que había que hacer esa noche y que no debía olvidarse. Tenía dos expresiones para ello. Una era «hacer un bebé», y la otra «nuestro deber al Partido» (sí, había utilizado esta frase). Pronto empezó a tener una sensación de positivo temor cuando llegaba el día. Pero por suerte no apareció ningún niño y finalmente ella estuvo de acuerdo en dejar de probar. Y poco después se separaron.
Winston suspiró inaudiblemente. Volvió a coger la pluma y escribió:
Se arregló su la cama y, en seguida, sin preliminar alguno, del modo más grosero y terrible que se puede imaginar, se levantó la falda. Yo...
Se vio a sí mismo de pie en la mortecina luz con el olor a cucarachas y a perfume barato, y en su corazón brotó un resentimiento que incluso en aquel instante se mezclaba con el recuerdo del blanco cuerpo de Katharine, frígido para siempre por el hipnótico poder del Partido. ¿Por qué tenía que ser siempre así? ¿No podía él disponer de una mujer propia en vez de estas furcias a intervalos de varios años? Pero un asunto amoroso de verdad era una fantasía irrealizable. Las mujeres del Partido eran todas iguales. La castidad estaba tan arraigada en ellas como la lealtad al Partido. Por la educación que habían recibido en su infancia, por los juegos y las duchas de agua fría, por todas las estupideces que les metían en la cabeza, las conferencias, los desfiles, canciones, consignas v música marcial, les arrancaban todo sentimiento natural. La razón le decía que forzosamente habría excepciones, pero su corazón no lo creía. Todas ellas eran inalcanzables, como deseaba el Partido. Y lo que él quería, aún más que ser amado, era derruir aquel muro de estupidez aunque fuera una sola vez en su vida. El acto sexual, bien realizado, era una rebeldía. El deseo era un crimental. Si hubiera conseguido despertar los sentidos de Katharine, esto habría equivalido a una seducción aunque se trataba de su mujer.
他一碰到她,她就仿佛要往后退缩,全身肌肉紧张起来。搂抱她象搂抱木头人一样。奇怪的是,甚至在她主动抱紧他的时候,他也觉得她同时在用全部力气推开她。她全身肌肉僵硬使他有这个印象。她常常闭着眼睛躺在那里,既不抗拒,也不合作,就是默默忍受。这使人感到特别尴尬,过了一阵之后,甚至使人感到吃不消。但是即使如此,他也能够勉强同她一起生活,只要事先说好不同房。但是奇怪的是,凯瑟琳居然反对。她说,他们只要能够做到,就要生个孩子。这样,一星期一次,相当经常地,只要不是办不到,这样的情况就要重演一次。她甚至常常在那一天早晨就提醒他,好象这是那一天晚上必须要完成的任务,可不能忘记的一样。她提起这件事来有两个称呼。一个是“生个孩子”,另一个是“咱们对党的义务”(真的,她确实是用了这句话)。不久之后,指定的日期一临近,他就有了一种望而生畏的感觉。幸而没有孩子出世,最后她同意放弃再试,不久之后,他们俩就分手了。
温斯顿无声地叹口气。他又提起笔来写:她一头倒在床上,一点也没有什么预备动作,就马上撩起了裙子,这种粗野、可怕的样子是你所想象不到的。我——他又看到了他在昏暗的灯光中站在那里,鼻尖里闻到臭虫和廉价香水的气味,心中有一种失败和不甘心的感觉,甚至在这种时候,他的这种感觉还与对凯瑟琳的白皙的肉体的想念掺杂在一起,尽管她的肉体己被党的催眠力量所永远冰冻了。为什么总得这样呢?为什么他不能有一个自己的女人,而不得不隔一两年去找一次这些烂污货呢?但是真正的情合,几乎是不可想象的事情。党内的女人都是一样的。清心寡欲的思想象对党忠诚一样牢牢地在她们心中扎了根。通过早期的周密的灌输,通过游戏和冷水浴,通过在学校里、少年侦察队里和青中团里不断向她们灌输的胡说八道,通过讲课、游行、歌曲、口号、军乐等等,她们的天性已被扼杀得一干二净。他的理智告诉他自已,一定会有例外的,但是他的内心却不相信。她们都是攻不破的,完全按照党的要求那样。他与其说是要有女人爱他,不如说是更想要推倒那道贞节的墙,那怕只是毕生一二次。满意的性交,本身就是造反。性欲是思想罪。即使是唤起凯瑟琳的欲望——如果他能做到的话——也是象诱奸,尽管她是自己的妻子。