Mi queridísima Teresa,
He leído este libro en tu jardín; mi amor, tú estabas ausente, de lo contrario no lo hubiera leído.
Este libro es uno de tus favoritos, y el escritor fue amigo mío. Tú no entenderás estas palabras en inglés, y otros no las entenderán, que es la razón por las que no las garabateé en italiano. Pero tu reconocerás la letra de quien te ama apasionadamente, y lo adivinarás. En un libro que fue tuyo, el sólo puede pensar en amor.
En esa palabra, bella en todos los idiomas, pero aún más en el tuyo Amor mío, está incluída mi existencia ahora y de aquí en más. Siento que existo ahora, y que existiré, para el propósito que decidas, mi destino reposa contigo y tú eres una mujer