En el centro de un jardn creca un rosal, cuajado de rosas, y en una de ellas, la ms hermosa de todas, habitaba un elfo,...
Érase una vez un prncipe, hijo de un rey; nadie posea tantos y tan hermosos libros como l; en ellos se lea cuanto...
Érase una vez un comerciante tan rico, que habra podido empedrar toda la calle con monedas de plata, y an casi un...
Sobre el tejado de la casa ms apartada de una aldea haba un nido de cigeas. La cigea madre estaba posada en l, junto a s...
Érase una vez un prncipe perverso y arrogante, cuya nica ambicin consista en conquistar todos los pases de la tie...
Érase una vez un prncipe que andaba mal de dinero. Su reino era muy pequeo, aunque lo suficiente para permitirle...
- Cmo cruje dentro de mi cuerpo! Realmente hace un fro delicioso! - exclam el hombre de nieve -. Es bien verdad que el v...
Una vez los das de la semana quisieron divertirse y celebrar un banquete todos juntos. Slo que los das estaban tan ocupa...
Hace muchos aos vivan un rey y una reina quienes cada da decan: Ah, si al menos tuviramos un hijo! Pero el hijo no llega...
Érase una reina muy poderosa, en cuyo jardn lucan las flores ms hermosas de cada estacin del ao. Ella prefera las...
- Cmo cruje dentro de mi cuerpo! Realmente hace un fro delicioso! - exclam el hombre de nieve -. Es bien verdad que el v...
Érase una vez un caballero muy elegante, que por todo equipaje posea un calzador y un peine; pero tena un cuello...
Hace muchos aos vivan un rey y una reina quienes cada da decan: Ah, si al menos tuviramos un hijo! Pero el hijo no llega...
Una vez los das de la semana quisieron divertirse y celebrar un banquete todos juntos. Slo que los das estaban tan ocupa...
Érase una vez un anciano poeta, muy bueno y muy viejo. Un atardecer, cuando estaba en casa, el tiempo se puso muy...
Érase una vez un hombre que haba compuesto versos para el abecedario, siempre dos para cada letra, exactamente co...
Érase una vez un estudiante, un estudiante de verdad, que viva en una buhardilla y nada posea; y rase tambin un t...
En el jardn del Paraso, bajo el rbol de la sabidura, creca un rosal. En su primera rosa naci un pjaro; su vuelo era como...
Érase una vez una nia muy linda y delicada, pero tan pobre, que en verano andaba siempre descalza, y en invierno...
Éranse una vez veinticinco soldados de plomo, todos hermanos, pues los haban fundido de una misma cuchara vieja....