-¡Ay! -dijo el viejo-. Galanos. ¡Vengan, galanos!
Vinieron. Pero no vinieron como había venido el Mako. Uno viró y se perdió de vista, abajo, y por la sacudida del bote el viejo sintió que el tiburón acometía al pez y le daba tirones. El otro miró al viejo con sus hendidos ojos amarillos y luego vino rápidamente con su medio círculo de mandíbula abierto para acometer al pez donde había sido ya mordido. Luego apareció claramente la línea en la cima de su cabeza parda y más atrás donde el cerebro se unía a la espina dorsal y el viejo clavó el cuchillo que había amarrado al remo en la articulación. Lo retiró, lo clavó de nuevo en los amarillos ojos felinos del tiburón. El tiburón soltó el pez y se deslizó hacia abajo tragando lo que había cogido mientras moría.
El bote retemblaba todavía por los estragos que el otro tiburón estaba causando al pez y el viejo arrió la escota para que el bote virara en redondo y sacara de debajo al tiburón. Cuando vio al tiburón, se inclinó sobre la borda y le dio de cuchilladas. Sólo encontró carne y la piel estaba endurecida y apenas pudo hacer penetrar el cuchillo. El golpe lastimó no sólo sus manos, sino también su hombro. Pero el tiburón subió rápido, sacando la cabeza, y el viejo le dio en el centro mismo de aquella cabeza plana al tiempo que el hocico salía del agua y se pegaba al pez. El viejo retiró la hoja y acuchilló de nuevo al tiburón exactamente en el mismo lugar. Todavía siguió pegado al pez que había enganchado con sus mandíbulas, y el viejo lo acuchilló en el ojo izquierdo. El tiburón seguía prendido del pez.
-¿No? -dijo el viejo, y le clavó la hoja entre las vértebras y el cerebro. Ahora fue un golpe fácil y el viejo sintió romperse el cartílago. El viejo invirtió el remo y metió la pala entre las mandíbulas del tiburón para forzarlo a soltar. Hizo girar la pala, y al soltar el tiburón, dijo:
-Vamos, galano. Baja, déjate ir hasta una milla de profundidad. Ve a ver a tu amigo. O quizá sea tu madre.
El viejo limpió la hoja de su cuchillo y soltó el remo. Luego cogió la escota y la vela se llenó de aire y el viejo puso el bote en su derrota.
-Deben de haberse llevado un cuarto del pez y de la mejor carne -dijo en voz alta-. Ojalá fuera un sueño y que jamás lo hubiera pescado. Lo siento, pez. Todo se ha echado a perder.
“呀,”老人说,“星鲨,来吧,星鲨。”
它们游过来了,与鲭鲨不一样,则是采用了另一种方式游来。一条鲨鱼转了一个身,就钻到船底下看不见了。它正拉扯那条大鱼,老人觉得船在晃动。另一条鲨鱼用它裂缝似的黄眼睛盯着老人,飞快地游来,张着半圆形的大嘴朝大鱼被咬过的部分咬去。在它那褐色的头顶和后颈上,在脑子和脊髓相连的地方,清清楚楚现出了一条纹路,老人就用绑在桨上的刀子朝那交点刺进去,又拔出来,再扎进它的猫似的黄眼睛里。鲨鱼放开了它咬的大鱼,滑到水里去,临死的时候,还吞着它咬下的鱼肉。
由于另一条鲨鱼正吞食着大鱼,船不停地晃荡,老人松开了帆脚绳,让船横过来,使鲨鱼从船底下露出来。一见鲨鱼,他就站在船边弯着身子用桨去扎它的肉,鲨鱼皮很结实,刀子很难戳进去。这一下,他的肩膀和双手震得疼痛难忍。鲨鱼又露出头来,当它把鼻子靠近大鱼身上时,又朝同一个位置扎去。它依旧咬住鱼不松口。于是老人再从它的左眼扎进去,但是它还是缠住死鱼不放。
“还不够狠吗?”老人说着又把刀子扎进它的脊骨和脑子中间去。这一次他截断了鲨鱼的软骨。老人又把桨倒过来,把刀子铰了又铰,鲨鱼嘴巴一松滑进水中。这时他说:“去!去吧。星鲨。滑到一英里深的水里去。去找你的朋友吧,也许会看见你妈妈呢!”
老人擦干净他的刀片,把桨放下。然后他系上帆脚绳,张了帆,让船沿着原来的航线驶去。
“它们一定吃掉它的四分之一了,吃下的都是好肉,”他大声说,“希望这是在做梦。但愿我根本没有把它钓上来。鱼啊,这件事真让我悔恨了,这一切都糟透了。”