– ?Papá, puedo hacerte una pregunta?
– Sí, ?cuál es?. Contestó el hombre.
– ?Papá, cuánto ganas en una hora?
– Eso no es asunto tuyo. ?Por qué preguntas eso?. Dijo el hombre enojado.
– Sólo quiero saberlo. Por favor dime, ?cuánto ganas en una hora? repitió el peque?o.
– Si quieres saberlo, en una hora gano 20 Euros.
– Oh!. Contestó el peque?o, cabizbajo. Volviendo a mirarlo, dijo:
– ?Papá, puedo pedirte prestadas 10 Euros?
El padre se puso furioso y le dijo:
– Si la única razón por la que me has preguntado eso es para poder pedirme prestado dinero para comprar un juguete tonto o alguna otra cosa sin sentido, entonces vete directamente a tu cuarto y acuéstate. Piensa sobre por qué estás siendo tan egoísta. Yo trabajo muy duro muchas horas todos los días, y no tengo tiempo para estas tonterías infantiles.
El chico fue calladamente a su cuarto y cerró la puerta. El hombre se sentó y empezó a ponerse aun más enfadado pensando en la pregunta del muchacho. ?Cómo se atreve a preguntar cosas así sólo para conseguir algún dinero?.
Después de aproximadamente una hora, el hombre se había tranquilizado, y empezó a pensar que quizás había sido un poco duro con su hijo. Quizás había algo que realmente necesitara comprar con las 10 Euros y realmente no pedía dinero muy a menudo. El hombre fue a la puerta del cuarto del muchacho y abrió la puerta.
– ?Estás dormido, hijo?. Preguntó.
– No papá, estoy despierto. Contestó al muchacho.
– He estado pensando, quizá haya sido demasiado duro contigo antes, – dijo el hombre – Ha sido un día largo y he pagado mi agresividad contigo. Aquí están las 10 Euros que me pediste.
El peque?o se sentó y sonrió. “?Oh, gracias papá!” gritó.
Entonces, buscando bajo su almohada sacó algunos billetes arrugados. El hombre, viendo que el muchacho ya tenía dinero, empezó a ponerse enfadado de nuevo.
El peque?o contó despacio su dinero, entonces miró a su padre.
– ?Por qué pides más dinero si ya tienes?. Refunfu?ó el padre.
– Porque no tenía bastante, pero ahora sí, contestó.
– Papá, ahora ya tengo 20 Euros ?Puedo comprar una hora de tu tiempo?. Por favor ven a casa temprano ma?ana. Me gustaría cenar contigo.