Y ahora sí, me quiero dirigir a todos los madridistas: después de 25 a?os defendiendo el escudo del equipo más grande del mundo, llega un día difícil en mi vida deportiva. Decir adiós a esta instituicióin que, evidentemente, me lo ha dado todo. Parece que ayer cuando, con 9 a?os, vestí por primera vez esta camiseta, y ví cumplido un sue?o. Durante todo este tiempo hemos reído, llorado, ganado, perdido sufrido... Me he sentido acompa?ado y muy querido, tanto en los buenos y malos momentos. Este club no sólo me ha ense?ado como deportivos, me ha formado como persona, me ha ayudado a crecer, inculcandome los valores que defiende este escudo como el respeto, compa?erismo y, sobre todo, la humildad. He tratado siempre de dejarlos allá donde he ido representando al Real Madrid.
También quiero acordarme de manera muy especial de los compa?eros que he tenido, con los que he vivido momentos únicos con ellos y han sido mi familia. Dejo grandes amigos y sé, que esté donde esté, siempre pondré contar con ellos, al igual que ellos conmigo. También de todos mis entrenadores, desde los que tuve cuando empecé en el torneo social, en el equipo Lozada. Agradecer a Mezquita, que fue quien me rescató para formar parte del Benjamín fútbol 7 del Real Madrid, hasta a mi último entrenador que ha sido Carlo Ancelotti. Acordame de ellos, de todos. De todos he aprendido muchas cosas. A los cuerpos técnicos, que también han sido parte fundamental en su formación. Todos me han transmitido comprensión, sabiduría, experiencia y profesionalidad. Por supuesto, a todo el personal, al que no se ve, que día a día hemos estado formando parte de este Real Madrid y que han apoyado siempre a resolver cualquier problema. No se les ve, pero siempre están ahí.
Todo mi cari?o a mi padre y familia, que me han ayudado tanto. Y sobre todo, a mi mujer y mi hijo, porque día a día, estarán conmigo compartiendo este apasionante camino día a día. Y estas últimas líneas, se las quiero dedicar al madridismo, que no conoce fronteras: Gracias por vuestro apoyo incondicional desde que llegué con 18 a?os. Por permitirme levantar cada copa, cada triunfo, por ser vuestro capitán, por acompa?arme en los buenos y malos momentos, por estar ahí, por tenderme la mano y tirar de ella para levantarme. En una frase que siempre he dicho en alguna entrevista y la voy a repetir, para que la gente se quede con ella: Por encima de recordarme como un buen o mal portero, espero que la gente se acuerde de mí por ser buena persona, con mis defectos y cualidades. Por tanto, gracias, gracias, miles de gracias. Nunca os podré olvidar y estén seguros que, allá donde vaya, seguiré gritando ?Hala Madrid!"
Muchas gracias, de verdad. Y seguramente en el futuro nos veremos, así que no voy a decir adiós, porque será un punto y seguido. Hasta pronto y que vaya a todos fenomenal. Y gracias por haber estado tiempo