La aparente excentricidad de los gatos podría ser algo más que locura felina; podrían estar viendo cosas invisibles al ojo humano. Un nuevo estudio sostiene que varios mamíferos, entre ellos perros y gatos, poseen una visión ultravioleta. Saber que estos animales ven cosas que nosotros no podemos observar ayudará a explicar su comportamiento.
La luz se compone de un espectro de colores. La luz visible (aquella que podemos percibir los humanos) abarca desde el rojo hasta el violeta, más allá de eso yacen las longitudes de onda ultravioleta. Desde hace tiempo, se sabe que varios insectos, aves, reptiles y peces poseen visión UV. Sin embargo, se creía que la mayoría de los mamíferos, al tener una córnea similar a la del hombre, no poseían esta visión.
El biólogo Ron Douglas y la profesora de neurociencia Glen Jeffrey, ambos de City University London, en Inglaterra, estudiaron los ojos de una gran cantidad de mamíferos, midiendo la cantidad de luz que alcanzaba la retina. Encontraron que varios de ellos, incluyendo erizos, perros, gatos, hurones y okapis (pariente más cercano de la jirafa) poseen un sistema visual que permite la entrada de luz utravioleta.
La visión UV cumple una función específica para cada especie. Las abejas, por ejemplo, la utilizan para ver colores y patrones específicos en las planta que las guíen al néctar. Los roedores, como topos y ratas, la utilizan para seguir rastros de orina y los venados se sirven de la luz ultravioleta para detectar osos polares, los cuales en luz visible se confunden con el blanco de la nieve.
Los investigadores notaron también que los mamíferos, como el hombre, cuyos ojos no permitían la entrada de luz UV, poseían la visión de más alta resolución. Es decir, a falta de una visión ultravioleta, podemos ver a mayor detalle.