El sábado, un módulo de aterrizaje de China aterrizó en la Luna, cosa que marca el último hito en el ambicioso programa de exploración espacial de China. La misión Chang'e-3, que se lanzó el 1 de diciembre, es el primer aterrizaje suave allí desde la misión soviética Luna 24 hace treinta y siete (37) años.
El aterrizaje había sido planeado en Sinus Iridium (Bahía de Arco Iris), pero la nave espacial realmente aterrizó en el extremo norte del Mare Imbrium (Mar de las Lluvias). La nave lleva un vehículo robótico llamado Yutu, que puede subir pendientes de hasta treinta (30) grados y viajar a doscientos (200) metros por hora. Su nombre, que se traduce como "Conejo de Jade", fue elegido en una encuesta en Internet entre tres coma cuatro (3,4) millones de votantes y se deriva de un antiguo mito chino sobre un conejo que vive en la Luna como la mascota de la diosa lunar Chang'e.
La misión está diseñada para probar nuevas tecnologías y recopilar datos científicos, así como para la exploración de recursos minerales que podrían ser extraídos a la larga. El módulo de aterrizaje operará allí durante un año, mientras que se espera que el vehículo robótico funcione durante unos tres meses. Después de esto, la misión para traer muestras del suelo lunar a la Tierra está prevista para 2017.