Una ráfaga de aire ártico se ha asentado sobre América del Norte. Trajo consigo unas peligrosas bajas temperaturas no vistas en décadas.
Alrededor de la mitad de la población de Estados Unidos ha sido puesta bajo una alerta de sensación térmica o una alerta meteorológica significativa (meteoalerta). La tormenta ya ha sido la culpable de dieciséis (16) muertes en los últimos días y se ha recomendado a la gente que se quede en casa para evitar quemaduras por el frío.
Los gélidos vientos obligaron a cancelar dos mil trescientos (2.300) vuelos el martes y también han causado retrasos generalizados en carreteras y ferrocarriles. La ráfaga polar está amenazando los cultivos y el ganado en las zonas agrícolas. Se espera que la congelación llegue hasta el sur de Texas y el centro de Florida.
Las bajas temperaturas han sido atribuidas a un cambio en el patrón climático conocido como el "vórtice polar", que crea temperaturas extremas. De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional, la fría y densa masa de aire se originó sobre Siberia.