soy donde quiera que voy,
me encuentro siempre mojada
y al cielo pegada estoy.
Guardada en estrecha cárcel
por soldados de marfil,
está una roja culebra,
que es la madre del mentir.
Una señora,
muy enseñoreada,
siempre va en coche
y siempre va mojada.
Entre dos murallas blancas
hay una flor colorada,
que con lluvia o con buen tiempo,
está siempre bien mojada.