El proyecto del canal moderno a través del istmo de Suez, para facilitar el paso de los buques desde el Mediterráneo al Mar Rojo, nació de Napoleón el Grande durante su invasión de Egipto. Pero muchísimos siglos antes de él, esto es, 1,300 años antes de la Era cristiana, se construyó un canal desde un ramal del Nilo hasta el Mar Rojo. Ese canal fué obstruido varias veces por la arena y en el año 767 de nuestra Era fué destruido por el califa Almanzor.
En 1854, un ingeniero francés, Fernando de Lesseps, obtuvo del virrey de Egipto, Said-Bajá, una concesión a favor de una Compañía por espacio de noventa y nueve años para construir un canal navegable a través del istmo. Organizóse la Compañía en 1858 con un capital en acciones de 200,000,000 de francos, que en 1867 fué necesario ampliar con otros 100 millones. Las obras duraron once años.
El canal tiene de un extremo a otro 162 kilómetros de largo; pero una cuarta parte de esa longitud consiste en lagos naturales. La mayor anchura del canal es de unos 100 metros. En algunos puntos es de 60 en la superficie y de 20 al fondo. La profundidad es de 8 metros. El canal se inauguró oficialmente, con gran solemnidad, el 17 de noviembre de 1869, pasando por él 50 buques de un mar a otro. En 1871 utilizaron el canal 765 buques, entre ellos 63 buques de guerra. Por esta vía se acortan considerablemente los viajes de Europa a las Indias y otros puntos de Asia, que antes se hacían por el Cabo de Buena Esperanza.