Cuando estuvo a su nivel y tuvo la cabeza del pez contra la proa no pudo creer que fuera tan grande. Pero soltó de la bita la soga del arpón, la pasó por las agallas del pez y la sacó por sus mandíbulas. Dio una vuelta con ella a la espalda y luego la pasó a través de la otra agalla. Dio otra vuelta al pico y anudó la doble cuerda y la sujetó a la bita de proa. Cortó entonces el cabo y se fue a popa a enlazar la cola. El pez se había vuelto plateado (originalmente era violáceo y plateado) y las franjas eran del mismo color violáceo pálido de su cola. Eran más anchas que la mano de un hombre con los dedos abiertos y los ojos del pez parecían tan neutros como los espejos de un periscopio o un santo en una procesión.
-Era la única manera de matarlo -dijo el viejo. Se estaba sintiendo mejor desde que había tomado el buche de agua y sabía que no desfallecería y su cabeza estaba despejada. "Tal como está, pesa mil quinientas libras -pensó-. Quizá más. ¿Si quedaran en limpio dos tercios de eso, a treinta centavos la libra?"
-Para eso necesito un lápiz -dijo-. Mi cabeza no está tan clara como para eso. Pero creo que el gran Di Maggio se hubiera sentido hoy orgulloso de mí. Yo no tenía espuelas de hueso. Pero las manos y la espalda duelen de veras.
"Me pregunto que sería una espuela de hueso -pensó-. Puede que las tengamos sin saberlo."
Sujetó el pez a la proa y a la popa y al banco del medio. Era tan grande, que era como amarrar un bote mucho más grande al costado del suyo. Cortó un trozo de sedal y amarró la mandíbula inferior del pez contra su pico, a fin de que no se abriera su boca y que pudieran navegar lo más desembarazadamente posible. Luego encajó el mástil en la carlinga, y con el palo que era su bichero y el botalón aparejados, la remendada vela cogió viento, el bote empezó a moverse y, medio tendido en la popa, el viejo puso proa al sudoeste.
No necesitaba brújula para saber dónde estaba el sudoeste. No tenía más que sentir la brisa y el tiro de la vela. "Será mejor que eche un sedal con una cuchara al agua y trate de coger algo para comer y mojarlo con agua." Pero no encontró ninguna cuchara y sus sardinas estaban podridas. Así que enganchó un parche de algas marinas con el bichero y lo sacudió y los pequeños camarones que había en él cayeron en el fondo del bote. Había más de una docena de ellos y brincaban y pataleaban como pulgas de playa. El viejo les arrancó las cabezas con el índice y el pulgar y se los comió, masticando las cortezas y las colas. Eran muy pequeñitos, pero él sabía que eran alimenticios y no tenían mal sabor.
等他划到鱼身旁,让鱼头靠着船头的时候,他没想到鱼会这么大。他把鱼叉上的绳子从船头的系榄桩上解开,从鱼鳃里穿进去,再从鱼嘴里拉出来,在它的长嘴上绕上一道,双从另一边的鱼鳃里穿进去,再在长嘴上绕一道,把双股的绳子打了结子,拴在船上的系榄桩上。然后,割断绳子,走到船梢,用绳子套住鱼尾巴,鱼的颜色已经从原来的紫色和银白色变成了纯银色,身上的条纹和尾巴一样呈现淡紫色。条纹的宽度比人的伸开五指还要宽些。鱼的眼睛孤零零地凸出来,冷冰冰人像是潜望镜里的反射镜,又像做礼拜行列中的圣徒。
“要杀死它只有这个办法,”老人说。喝了水以后,他觉得好多了,他知道他是不会垮的,头脑也是清醒的。他想,看它的个头,足有一千五百磅,也许更重些。大概可得的净重是总重量的三分之二,按三角钱一磅,该赚多少钱啊?
“我得用支铅笔算一算,”他说,“我的头脑不怎么灵活。老狄马吉奥也会为我今天的事骄傲。我没长鸡眼。可是,我的手和脊梁可真苦透了。”他想,不知道鸡眼是什么玩意儿。也许长着鸡眼只是没有发现。
他把绑鱼的绳子系在船头、船梢和中间的坐板上。这鱼可真大,活像小船旁边绑了一只大船。他用一根绳子,把鱼的下巴颏跟长嘴绑在一起,使它的嘴不会张开,好让船走得平稳。然后,竖起桅杆,挂上带补丁的帆。船就这样启航了,他半躺在船梢,向西南方向驶去。
他不必靠罗盘告诉他那是西南。只需要感觉到飓风和帆的牵引,就能知道。他想,我应该放一根带匙钩的小钓丝到海里去,弄点东西上来吃吃,好润润嘴巴。但他找不到匙钩,沙丁鱼也腐烂了。于是他用鱼叉钩上一簇黄黄的马尾藻,把它抖抖,小虾便落在船板上。小虾有十多个,跳着,像沙蚤一样。老人用手指掐掉它们的头,连壳带尾巴嚼下去。小虾虽然小,但他知道它们都很有营养,味道也还可口。