La moraleja varía un poco según sea la versión, Esopo afirma que debe llevarse con paciencia que le traten a uno como ha tratado a los demás. Por su parte La Fontaine dice que no hay que enga?ar a los demás porque conocen tus debilidades y te pagarán con la misma moneda, muy semejante a Samaniego que sentencia que también hay enga?o para los pícaros.
La zorra invita a comer a su amiga la cigüe?a, pero sirve una fuente con caldo que la cigüe?a con su largo pico es incapaz de sorber, mientras la zorra a lametazos se lo toma todo. Otro día es la cigüe?a la que invita a la zorra a comer, y para tomarse la revancha sirve carne en trocitos servidos en una botella larga y estrecha para que no pudiera alcanzarlos la zorra, mientras la cigüe?a introduce su pico para comérselos todos poco a poco.