西班牙语学习网

  • 高级搜索
  • 收藏本站
  • 网站地图
  • RSS订阅
  • 设为首页
  • TAG标签
  • TAG列表
  • 关键字列表
当前位置: 首页 » 西班牙语阅读 » 西语阅读 » 正文

西班牙语初级阅读:白猴

时间:2020-08-13来源:互联网  进入西班牙语论坛
核心提示:El mono blanco  En el ao 545, bajo la dinasta de los Liang, el emperador envi al sur una expedicin comandada por el ge
(单词翻译:双击或拖选)
 El mono blanco
  En el ao 545, bajo la dinasta de los Liang, el emperador envi al sur una expedicin comandada por el general Lin King. Al llegar a Kueln, el general enfrent a las fuerzas rebeldes coaligadas de LiChe-ku y de Tchen Tche, mientras que su lugarteniente Euyang Ho penetraba hasta Tchangle, limpiando de enemigos todas las cavernas e internándose en un terreno peligroso.
  Resulta que la mujer de Euyang, que tena el cutis delicado y blanco, era de una belleza arrebatadora.
  -General -le dijeron sus hombres-. Por qu has trado hasta aqu a una mujer tan bella? En esta regin hay un dios que se jacta de raptar a todas las muchachas, y sobre todo de no perdona a las más bellas. Es preciso redoblar la guardia.
  Vivamente alarmado, esa noche Euyang dispuso que sus guardias rodeasen la casa, y escondi a su mujer en una habitacin secreta, encerrándola con una docena de sirvientes a quienes encomend la misin de protegerla.
  La noche era muy oscura y soplaba un viento lgubre; sin embargo, todo permaneci tranquilo hasta el alba. Finalmente, cansados de velar, los guardias comenzaron a dormitar. Repentinamente creyeron percibir la presencia de algo inslito. Sorprendidos, despertaron y saltaron del suelo, pero la mujer ya haba desaparecido. La puerta permaneca cerrada y nadie supo cmo ella pudo salir. Se lanzaron afuera, buscando con la mirada en la montaa escarpada que tenan enfrente, pero la noche era tan oscura que nada poda verse a un paso, y result imposible continuar la bsqueda. Lleg la luz del da y tampoco se encontr ningn rastro.
  Profundamente indignado y afligido, Euyang jur que jamás volvera solo, y que antes encontrara a su mujer. Con el pretexto de que estaba enfermo, hizo acampar all a su ejrcito, y cada da se lanzaba a buscar en todas direcciones, hurgando hasta en las quebradas más profundas y peligrosas. Un mes despus, a treinta leguas del campamento, en un bosquecillo de bamb encontr uno de los zapatos bordados de su mujer, que aunque empapado por la lluvia result fácil reconocerlo. Más afligido que nunca, Euyang prosigui su bsqueda. Con una treintena de sus hombres más aguerridos, pasaba la noche durmiendo en las grutas o simplemente al aire libre. Despus de marchar diez das más, y alejarse unas sesenta leguas del campamento, descubri al sur una montaa sinuosa y cubierta de bosques. Llegado a la falda de la montaa, la encontr rodeada por un ro profundo. La travesa se hizo sobre una balsa improvisada. A lo lejos, entre precipicios y a travs de los bambes de esmeralda, percibieron el brillo rojizo de vestidos de seda, y escucharon voces y risas femeninas.
  Ayudándose con cuerdas, aferrándose a las vias salvajes, los guerreros treparon los precipicios. Allá arribase alineaban árboles suntuosos, que se alternaban con cuadros de flores extraas, y se extendan los prados encantadores. Todo se vea calmo y fresco como un retiro fuera del mundo terrestre. Hacia el este, bajo un portal cavado en la misma roca, decenas de mujeres, vestidas con todo lujo, pasaban y volvan a pasar con gestos de diversin, riendo y cantando de lo mejor. Cuando vieron a los hombres, quedaron como paralizadas. Dejaron que stos se acercaran, y despus las mujeres preguntaron:
  -Por qu vinieron aqu?
  Al escuchar la respuesta de Euyang, las mujeres suspiraron y se miraron entre ellas:
  -Tu mujer se encuentra entre nosotras desde hace más de un mes. Ahora está enferma y guarda cama. Ven a verla.
  Pasando la reja de madera del portal, Euyang vio tres habitaciones espaciosas arregladas como un gran saln. A lo largo de las paredes se vean hileras de lechos recubiertos de cojines de seda. All estaba su mujer, acostada sobre un lecho de mármol, cubierta con mantas lujosas, y frente a ella se expona toda clase de alimentos exticos. Al acercarse Euyang, ella se dio vuelta hacia l, lo reconoci, pero vivamente le hizo un gesto para indicarle que se fuese.
  -Entre nosotras las hay que están aqu desde hace diez aos -le dijeron las mujeres-. Aqu vive un monstruo matador de hombres. Inclusive con una centena de mozos bien armados. No podrán hacer nada. Será mejor que se vuelvan antes de que retorne nuestro amo. Pero tráigannos dos toneladas de buen vino, y diez perros que le servirán de carnada, y algunas decenas de kilos de cáamo, y entonces nosotras podremos ayudarlos a matarlo. Es preciso que vuelvan dentro de diez das, justo a medioda, y de ningn modo más temprano.
  Las mujeres les rogaron que partieran lo más pronto posible, y Euyang se retir inmediatamente.
  Euyang volvi en el da fijado con un excelente licor, el cáamo y los perros.
  -El monstruo es un gran bebedor -le contaron las mujeres-. A menudo suele beber hasta caer borracho. Una vez ebrio, le gusta medir sus fuerzas. Nos pide que lo atemos de pies y manos a su cama, con telas de seda. Entonces le resulta suficiente dar un salto para romper todas las ataduras. Pero cuando lo atamos con triple vuelta de seda, en vano se esfuerza para liberarse. Esta vez, si lo atamos con el cáamo escondido en la tela de seda, estamos seguras de que sus esfuerzos resultarán intiles. Todo su cuerpo es duro como el hierro, pero hemos observado que siempre se protege una sola parte, algunos centmetros debajo del ombligo. Seguramente que all es vulnerable.
  Despus, mostrándole una gruta al lado de la casa, le indicaron:
  -Ah está su despensa. Escndanse adentro y en silencio espen su llegada. Dejen el vino junto a las flores y suelten los perros en el bosque. Cuando hayamos cumplido con nuestro plan, entonces los llamaremos y saldrán de sus escondites.
  Euyang y sus hombres hicieron lo que le recomendaron, y reteniendo la respiracin quedaron a la espera. Hacia medioda, algo parecido a una larga pieza de seda blanca cay de lo alto de una montaa vecina, y se pos en el suelo, y penetr en la caverna. De all, un instante despus sali un hombre de bella barba, de seis pies de altura, vestido con una tnica blanca. Avanz con un bastn en la mano, rodeado de sus mujeres. Al ver a los perros, sorprendido, se abalanz sobre ellos, los despedaz y los devor hasta la saciedad. Y todas las mujeres compitieron en la forma encantadora y risuea con que le ofrecieron el vino en tazas de jade. Cuando bebi varias pintas de licor, las mujeres lo ayudaron a entrar en su casa. Continuaron escuchando algunas risas femeninas. Momentos despus las mujeres salieron para avisar a los guerreros. Entraron con la espada en la mano, y se encontraron con un gran mono blanco, los cuatro miembros atados a la cama. Al ver acercarse a los forasteros, y ante la imposibilidad de desatarse, se encogi e hizo rodar sus ojos fulgurantes. Al unsono, todas las armas se abatieron sobre l, pero slo encontraron un cuerpo de hierro y piedra. Clavándose finalmente debajo del ombligo las láminas entraron directamente en su cuerpo. Bruscamente comenz a brotar la sangre. Entonces el mono blanco comenz a gemir y dijo:
  -Si muero es porque as lo quiso el cielo. Ustedes no tienen la suficiente fuerza para matarme. En cuanto a tu mujer, ya está preada. No mates a su hijo, que con el tiempo servirá a un gran monarca y hará que su familia sea más prspera que nunca.
  Apenas pronunci estas palabras, muri.
  Los guerreros se dedicaron entonces a buscar los bienes del monstruo. Encontraron montones de objetos preciosos, y sobre las mesas, inmensas cantidades de cosas buenas para comer. All estaban todos los tesoros conocidos del mundo, incluyendo varios galones de esencias exticas y un par de excelentes espadas. Haba treinta mujeres, todas eran de una belleza incomparable, y algunas se encontraban all desde haca diez aos. Contaron que cuando una mujer envejeca o se ajaba, la llevaban no saban dnde. El mono blanco gozaba solo de sus mujeres y nunca se le conoci un cmplice.
  Cada maana se lavaba, se cubra con su sombrero. Invierno y verano usaba una tnica de seda blanca con un cuello del mismo color. Todo su cuerpo estaba cubierto de pelos blancos, largos de varias pulgadas. Cuando se quedaba en casa, le gustaba leer tablillas de madera, con escrituras que parecan indescifrables jeroglficos, y cuando terminaba de leerlos los ocultaba en un escondrijo de las rocas. A veces, cuando reinaba el buen tiempo, se ejercitaba con sus dos espadas, hacindoles trazar crculos fulgurantes, que lo rodeaban con una halo luminoso, como si fuese la luna. Beba y coma los alimentos más diversos, particularmente fruta, nueces y sobre todo los perros, a quienes gustaba chuparles la sangre. A medioda se iba volando, desapareca en el horizonte. En slo media jornada haca un viaje de mil leguas. Tena la costumbre de volver a casa todas las noches.
  Todos sus deseos eran inmediatamente colmados. Nunca durmi de noche; la pasaba de cama en cama, gozando de todas las mujeres. Muy erudito, se expresaba con una elocuencia magnfica y penetrante. Sin embargo, en cuanto a su fsico, nunca dej de ser una especie de gorila.
  Ese ao, en la poca en que las hojas comienzan a caer, el mono blanco, triste y apagado, se lament:
  -Termino de ser acusado por las divinidades de la montaa y ser condenado a muerte. Pero pedir proteccin a otros espritus, y quizás logre escapar de la condena.
  Justo despus de la luna llena, su escondite se incendi y todas sus tablillas fueron destruidas. Entonces se consider perdido.
  -Viv mil aos sin progenitores. Ahora voy a tener un hijo. Quiere decir que mi muerte está prxima.
  Despus, contemplando a todas sus mujeres, llor largamente.
  -Esta montaa es inaccesible. Nunca nadie pudo llegar aqu. Desde su altura jamás pude divisar un solo hachero, ya que abajo está lleno de tigres, lobos, y toda clase de bestias feroces. Cmo los hombres podrán llegar aqu si no es por la voluntad del Cielo?
  Euyang volvi a casa llevándose jades, joyas y toda clase de cosas preciosas. Tambin condujo a todas las mujeres, algunas de las cuales an recordaban a sus familias.
  Al cabo de un ao, la mujer de Euyang dio a luz una criatura que se pareca en todo a un mono. Más tarde Euyang fue ejecutado por el emperador Wu, bajo la dinasta de los Tchen. Pero su viejo amigo Kiang Tson, que mucho quera al hijo de Euyang por su extraordinaria inteligencia, lo alberg bajo su techo. De tal modo el nio fue salvado de la muerte. Al crecer se convirti en un buen escritor y un excelente calgrafo. En pocas palabras, fue un personaje famoso en su tiempo.
顶一下
(0)
0%
踩一下
()
0%

热门TAG: 西语阅读


------分隔线----------------------------
[查看全部]  相关评论
栏目列表
论坛新贴