Los taxistas franceses tienen fama de terroríficos, sobre todo los de las grandes ciudades. Eso lo comprueba enseguida cualquier turista que llegue a París y se le ocurra hacer un recorrido en taxi para tener una impresión global de la ciudad. Los taxistas no dan tiempo de disfrutar las perspectivas urbanas. En cuanto recogen a un pasajero salen disparados, y no es raro que tomen las curvas con dos ruedas, rocen con el coche algún muro o farola y se lleven por delante algún peatón.
─?Por Dios...! ─grita asustado un pueblerino del Perigord que acaba de tomar un taxi─. ?No corra tanto, que es la primera vez que voy en coche!
─Si sólo es por eso no se preocupe ─contesta el taxista volviéndose con una sonrisa─. También es la primera vez que yo conduzco.
出租车司机
法国出租车司机素来以「恐怖」闻名,尤其在一些大都市里更是如此。任何一位刚到巴黎的游客,若想要搭出租车作一趟市区观光,便马上可以见证这个传闻。出租车司机根本不花时间在市区景点上。一旦载了乘客,便像子弹般疾驶而去,以两轮侧身蛇行也不足为奇,车子可能擦撞墙壁或路灯,甚至沿着人行道前行驶。
“老天爷啊…!”一位刚坐上出租车,从Perigord来的乡下人惊声大叫“别开这么快啦!这可是我第一次坐车子呢!”
“如果只是因为这样,那您就别担心了。”司机回过头来,面带微笑地回答道:“这也是我第一次开车。”