—El número 4 corresponde a Ryder. Su asiento se hallaba delante de la víctima. No creo que sea el autor, pero no podemos descartarlo. Fue al lavabo y, al volver, pudo disparar de muy cerca, con el inconveniente de que tendría que hacerlo ante las narices de los arqueólogos. Y estos hubieran tenido que verlo.
Poirot meneó la cabeza pensativo.
—¿Conoce usted a algún arqueólogo? Pues bien, amigo mío, si ambos se hallaban enfrascados en una discusión, nadie estaría más ciego que ellos. A lo mejor estaban viviendo en el siglo V antes de Jesucristo. Y el año
1.935 no existiría para ellos.
La expresión de Japp era escéptica.
—Bueno, examinemos su caso. ¿Qué puede decirnos usted de los Dupont, Fournier?
—Monsieur Armand Dupont es uno de los más famosos arqueólogos de Francia.
—Eso no nos lleva a ninguna parte. Su situación en el compartimiento es inmejorable desde mi punto de vista, al otro lado del pasillo y algo delante de Giselle. Supongo que habrán recorrido el mundo coleccionando los más raros objetos y pueden haberse procurado un poco de veneno de serpiente.
—Es posible, sí —aceptó Fournier.
—¿Pero no lo cree probable?
Fournier manifestó su duda con un gesto.
—Monsieur Dupont vive para su profesión. Es un entusiasta. En sus tiempos fue tratante de antigüedades. Y para poder dedicarse a las excavaciones abandonó un magnífico negocio. Tanto él como su hijo se consagran en cuerpo y alma a su profesión. Me parece muy poco probable, pero no digo imposible, porque después de ver las ramificaciones del asunto Stavisky ya no me sorprendería ni que ellos también estuviesen complicados en esto.
—Muy bien —asintió Japp.
Cogió la hoja de papel que había llenado de notas y se aclaró la garganta.
—Veamos dónde nos hallamos. Jane Grey: probabilidad, poca; posibilidad, prácticamente nula. Gale: probabilidad, poca; posibilidad, prácticamente nula. La señorita Kerr: muy improbable; posibilidad, dudosa. Lady Horbury: probabilidad, buena; posibilidad, prácticamente nula.
Monsieur Poirot: casi con certeza el criminal; el único capaz de crear e momento psicológico adecuado.
Japp profirió una risotada ante su propia gracia, que Poirot acogió benévolo y Fournier sonriendo con timidez. Luego, el inspector prosiguió:
—Bryant: probabilidad y posibilidad, ambas buenas. Clancy: motivo dudoso; probabilidad y posibilidad, muy buenas sin duda. Ryder: probabilidad, incierta; posibilidad, muy buena. Los dos Dupont: probabilidad, poca en cuanto al motivo; buena, en cuanto a la obtención del veneno, posibilidad, buena. Me parece que es un buen resumen esquemático de todo lo que hemos podido deducir. Habrá que efectuar mucha investigaciones rutinarias. Yo empezaría por Clancy y Bryant, indagando su pasado, si se han hallado en algún apuro de algún tiempo acá, si se les ha visto preocupados; dónde han estado durante el último año y todo eso. Haré lo mismo con Ryder, sin descuidar a los demás. Encargaré a Wilson que los vigile estrechamente. Monsieur Fournier se encargará de los Dupont.
El inspector de la Sûreté asintió.