Al llegar a una aldea grande, los conquistadores encontraron reunidos en la plaza central a unos dos mil indios, que les esperaban con regalos, mucho pescado y casabe, sentados todos en cuclillas y algunos fumando. Empezaron los indios a repartir la comida cuando un soldado sacó su espada y se lanzó sobre uno de ellos cercenándole la cabeza de un solo tajo. Otros soldados imitaron la acción del primero y sin ninguna provocación empezaron a tirar sablazos a diestra y siniestra. La carnicería se hizo mayor cuando varios soldados entraron en un batey, que era una casa muy grande en la que había reunidos más de quinientos indios, "de los cuales muy pocos tuvieron oportunidad de huir". Cuenta el padre Las Casas: "Iba el arroyo de sangre como si hubieran muerto muchas vacas". Cuando se ordenó una investigación sobre el sangriento incidente, se supo que al ser recibidos los conquistadores con tal amistosidad "pensaron que tanta cortesía era por les matar seguro".
Vista del amanecer en el trópico
征服者抵达一处大村落后﹐发现约莫有两千个印第安人群聚广场中央﹐有的蹲着﹐有的抽着烟﹐备有丰富的礼物﹐鱼类和木薯糕饼等他们到来。
望着一位士兵抽出犀利的剑戟趋前一刀砍下同伴的脑袋时﹐印第安土著急忙分发备来的食物。没有任何挑衅与反抗﹐其余士兵却有样学样﹐跟着第一位开始四面八方胡乱砍杀。
士兵们闯进糖厂厂房时﹐屠杀更为惨烈﹐里头的印第安人约还有五百人左右。「挤在里头的几乎无一幸免﹐更不可能有逃离的机会」﹐卡萨斯神父记载这杀戮事件时这么写着﹐「血流成河﹐彷佛牛群被集体屠宰才可能有此景象」。
上头命令调查此血腥事件时﹐结果得到的说法是﹕「这些征服者看到印第安人如此友善的态度和殷勤款待的场面时﹐心中已有定见﹐这般多礼非杀掉他们不可」。