Como un arquitecto que no quería fama ni dinero, Gaudí llevaba la ropa muy sencilla, incluso que lo consideraba la gente un mendigo. A los 74 a?os, cuando fue topado por una cabina funicular, nadie imaginaba que él fuera Gaudí ni nadie ayudó a llevarle al hospital. Luego fue llevado al hospital por la policía y dos días después murió.
A la gente le encanta mucho la obra de Gaudí por sus complicados detalles y adornos. Parece que esta forma es completamente contraria con el movimiento de la arquitectura moderna. Lo que podemos ver ahora son las construcciones modernas del estilo “modernalismo” y lo que oyemos es un dicho popular en el mundo arquitectónico:“Adornos son crimenes”, “poco es mucho”. Sin embargo, la historia arquitectónica y artística tienen más complicación. Bajo las manos de Gaudí los adornos no son crimenes sino la muestra del ingenio de los arquitectos. Mucho también es el carácter nuevo de la sencillez. Las obras de Gaudí constituye un distinto hilo de pensamiento fuera el movimiento de la arquitectura moderna. Aunque es inspirado por la mejor parte de las dinstitas tipos de arquitectura, por ejemplo, el gótico, el islamismo, el arte Nuevo,etc., las convierte en extra?as estructuras arquitectónicas con su propia imaginación.
La existencia de Gaudí nos permite comtemplar de nuevo de otra vista el movimiento de la arquitectura moderna y pensar sobre el tema de la cultura arquitectónica—— a nuetros arquitectos no sólo les falta la técnica sencilla de los arquitectos famosos de la arquitectura moderna, sino que también les falta la lengua original de la arquitectura como la de Gaudí que adorna al mundo con su corazón. Entonces las construcciones modernas de China muestran un fenómeno desprovisto de la vitalidad que es incapaz de hacer nada. La ciudad se desarrolla muy rápido y extensión de las construcciones se destaca sobre el mundo, sin embargo, las nuevas construcciones de la ciudad no tienen almas. Por eso necesitamos leer a Gaudí.