西语阅读 罗密欧与朱丽叶 acto 1 escena 5
ESCENA V
Sala en casa de Capuleto
MÚSICOS Y CRIADOS
Criado 1.º
¿Dónde anda Cacerola, que ni limpia un plato, ni nos ayuda en nada?
Criado 2.º
¡Qué pena me da ver la cortesía en tan pocas manos, y éstas sucias!
Criado 1.º
Fuera los bancos, fuera el aparador. No perdáis de vista la plata. Guardadme un pedazo de pastel. Decid al portero que deje entrar a Elena y a Susana la molinera. ¡Cacerola!
Criado 2.º
Aquí estoy, compañero.
Criado 1.º
Todos te llaman a comparecer en la sala.
Criado 2.º
No puedo estar en dos partes al mismo tiempo. Compañeros, acabad pronto, y el que quede sano, que cargue con todo.
(Entran Capuleto, su mujer, Julieta, Teobaido, y convidados sin máscaras)
Capuleto
Celebro vuestra venida. Os invitan al baile los ligeros pies de estas damas. A la danza, jóvenes. ¿Quién se resiste a tan imperiosa tentación? Ni siquiera la que por melindre dice que tiene callos. Bien venidos seáis. En otro tiempo también yo gustaba de enmascararme, y decir al oído de las hermosas secretos que a veces no les desagradaban. Pero el tiempo llevó consigo tales flores. Celebro vuestra venida. Comience la música. ¡Que pasen delante las muchachas! (Comienza el baile). ¡Luz, más luz! ¡Fuera las mesas! Nada de fuego, que harto calor hace. ¡Cómo te agrada el baile, picarillo! Una silla a mi primo, que nosotros no estamos para danzas. ¿Cuándo hemos dejado la máscara?
El primo de Capuleto
¡Dios mío! Hace más de 30 años.
Capuleto
No tanto, primo. Si fue cuando la boda de Lucencio. Por Pentecostés hará 25 años.
El Primo de Capuleto
Más tiempo hace, porque su hijo ha cumplido los treinta.
Capuleto
¿Cómo, si, hace dos años, aún no había llegado a la mayor edad?
Romeo
(A su criado). Dime, ¿qué dama es la que enriquece la mano de ese galán con tal tesoro?
Criado
No la conozco.
Romeo
El brillo de su rostro afrenta al del sol. No merece la tierra tan soberano prodigio. Parece entre las otras como paloma entre grajos. Cuando el baile acabe, me acercaré a ella, y estrecharé su mano con la mía. No fue verdadero mi antiguo amor, que nunca belleza como ésta vieron mis ojos.
Teobaldo
Por la voz parece Montesco. (Al criado). Tráeme la espada. ¿Cómo se atreverá ese malvado a venir con máscara a perturbar nuestra fiesta? Juro por los huesos de mi linaje que sin cargo de conciencia le voy a quitar la vida.
Capuleto
¿Por qué tanta ira, sobrino mío?
Teobaldo
Sin duda es un Montesco, enemigo jurado de mi casa, que ha venido aquí para burlarse de nuestra fiesta.
Capuleto
¿Es Romeo?
Teobaldo
El infame Romeo.
Capuleto
No más, sobrino. Es un perfecto caballero, y todo Verona se hace lenguas de su virtud, y aunque me dieras cuantas riquezas hay en la ciudad, nunca le ofendería en mi propia casa. Así lo pienso. Si en algo me estimas, ponle alegre semblante, que esa indignación y esa mirada torva no cuadran bien en una fiesta.
Teobaldo
Cuadra, cuando se introduce en nuestra casa tan ruin huésped. ¡No lo consentiré¡
Capuleto
Sí lo consentirás. Te lo mando. Yo sólo tengo autoridad aquí. ¡Pues no faltaba más! ¡Favor divino! ¡Maltratar a mis huéspedes dentro de mi propia casa! ¡Armar quimera con ellos, sólo por echárselas de valiente!
Teobaldo
Tío, esto es una afrenta para nuestro linaje.
Capuleto
Lejos, lejos de aquí. Eres un rapaz incorregible. Cara te va a costar la desobediencia. ¡Ea, basta ya! Manos quedas...Traed luces... Yo te haré estar quedo. ¡Pues esto sólo faltaba! ¡A bailar, niñas!
Teobaldo
Mis carnes se estremecen en la dura batalla de mi repentino furor y mi ira comprimida. Me voy, porque esta injuria que hoy paso, ha de traer amargas hieles.
Romeo
(Cogiendo la mano de Julieta). Si con mi mano he profanado tan divino altar, perdonadme. Mi boca borrará la mancha, cual peregrino ruboroso, con un beso.
Julieta
El peregrino ha errado la senda aunque parece devoto. El palmero sólo ha de besar manos de santo.
Romeo
¿Y no tiene labios el santo lo mismo que el romero?
Julieta
Los labios del peregrino son para rezar.
Romeo
¡Oh, qué santa! Truequen pues de oficio mis manos y mis labios. Rece el labio y concededme lo que pido.
Julieta
El santo oye con serenidad las súplicas.
Romeo
Pues oídme serena mientras mis labios rezan, y los vuestros me purifican. (La besa)
Julieta
En mis labios queda la marca de vuestro pecado.
Romeo
¿Del pecado de mis labios? Ellos se arrepentirán con otro beso. (Torna a besarla)
Julieta
Besáis muy santamente.
Ama
Tu madre te llama.
Romeo
¿Quién es su madre?
Ama
La señora de esta casa, dama tan sabia como virtuosa. Yo crié a su hija, con quien ahora poco estabais hablando. Mucho dinero necesita quien haya de casarse con ella.
Romeo
¿Conque es Capuleto? ¡Hado enemigo¡
Benvolio
Vámonos, que se acaba la fiesta.
Romeo
Harta verdad es, y bien lo siento.
Capuleto
No os vayáis tan pronto, amigos. Aún os espera una parcacena ¿Os vais? Tengo que daros a todos las gracias. Buenas noches, hidalgos. ¡Luces, luces, aquí! Vámonos a acostar. Ya es muy tarde, primo mío. Vámonos a dormir.
(Quedan solas Julieta y el Ama)
Julieta
Ama, ¿sabes quién es este mancebo?
Ama
El mayorazgo de Fiter.
Julieta
¿Y aquel otro que sale?
Ama
El joven Petrucio, si no me equivoco.
Julieta
¿Y el que va detrás... aquel que no quiere bailar?
Ama
Lo ignoro.
Julieta
Pues trata de saberlo. Y si es casado, el sepulcro será mi lecho de bodas.
Ama
Es Montesco, se llama Romeo, único heredero de esa infame estirpe.
Julieta
¡Amor nacido del odio, harto pronto te he visto, sin conocerte! ¡Harto tarde te he conocido! Quiere mi negra suerte que consagre mi amor al único hombre a quien debo aborrecer.
Ama
¿Qué estás diciendo?
Julieta
Versos, que me dijo uno bailando.
Ama
Te están llamando. Ya va. No te detengas, que ya se han ido todos los huéspedes.
El coro
Ved cómo muere en el pecho de Romeo la pasión antigua, y cómo la sustituye una pasión nueva. Julieta viene a eclipsar con su lumbre a la belleza que mataba de amores a Romeo. Él, tan amado como amante, busca en una raza enemiga su ventura. Ella ve pendiente de enemigo anzuelo el cebo sabroso del amor. Ni él ni ella pueden declarar su anhelo. Pero la pasión buscará medios y ocasión de manifestarse.