水井与钟摆 5(西英双语)
原文:
Yo siempre había creído que eran fábulas; pero, sin embargo, eran tan extraños, que sólo podían repetirse en voz baja. ¿Debía morir yo de hambre, en aquel subterráneo mundo de tinieblas, o qué muerte más terrible me esperaba? Puesto que conocía demasiado bien el carácter de mis jueces, no podía dudar de que el resultado era la muerte, y una muerte de una amargura escogida. Lo que sería, y la hora de su ejecución, era lo único que me preocupaba y me aturdía.
Mis extendidas manos encontraron, por último un sólido obstáculo. Era una pared que parecía construida de piedra, muy lisa, húmeda y fría. La fui siguiendo de cerca, caminando con la precavida desconfianza que me habían inspirado ciertas narraciones antiguas. Sin embargo, esta operación no me proporcionaba medio alguno para examinar la dimensión de mi calabozo, pues podía dar la vuelta y volver al punto de donde había partido sin darme cuenta de lo perfectamente igual, que parecía la pared.En vista de ello busqué el cuchillo que guardaba en uno de mis bolsillos cuando fui conducido al tribunal. Pero había desaparecido, porque mis ropas habían sido cambiadas por un traje de grosera estameña.Con objeto de comprobar perfectamente mi punto de partida, había pensado clavar la hoja en alguna pequeña grieta de la pared. Sin embargo, la dificultad era bien fácil de ser solucionada, y, no obstante, al principio, debido al desorden de mi pensamiento, me pareció insuperable. Rasgué una tira de la orla de mi vestido y la coloqué en el suelo en toda su longitud, formando un ángulo recto con el muro. Recorriendo a tientas mi camino en torno a mi calabozo, al terminar el circuito tendría que encontrar el trozo de tela. Por lo menos, esto era lo que yo creía, pero no había tenido en cuenta ni las dimensiones de la celda ni mi debilidad. El terreno era húmedo y resbaladizo. Tambaleándome, anduve durante algún rato. Después tropecé y caí. Mi gran cansancio me decidió a continuar tumbado, y no tardó el sueño en apoderarse de mí en aquella posición.
Al despertarme y alargar el brazo hallé a mi lado un pan y un cántaro con agua. Estaba demasiado agotado para reflexionar en tales circunstancias, y bebí y comí ávidamente. Tiempo más tarde reemprendí mi viaje en torno a mi calabozo, y trabajosamente logré llegar al trozo de estameña.
英译:
Fables I had always deemed them -- but yet strange, and too ghastly to repeat, save in a whisper. Was I left to perish of starvation in this subterranean world of darkness; or what fate, perhaps even more fearful, awaited me? That the result would be death, and a death of more than customary bitterness, I knew too well the character of my judges to doubt. The mode and the hour were all that occupied or distracted me.
My outstretched hands at length encountered some solid obstruction. It was a wall, seemingly of stone masonry -- very smooth, slimy, and cold. I followed it up; stepping with all the careful distrust with which certain antique narratives had inspired me. This process, however, afforded me no means of ascertaining the dimensions of my dungeon; as I might make its circuit, and return to the point whence I set out, without being aware of the fact; so perfectly uniform seemed the wall. I therefore sought the knife which had been in my pocket, when led into the inquisitorial chamber; but it was gone; my clothes had been exchanged for a wrapper of coarse serge. I had thought of forcing the blade in some minute crevice of the masonry, so as to identify my point of departure. The difficulty, nevertheless, was but trivial; although, in the disorder of my fancy, it seemed at first insuperable. I tore a part of the hem from the robe and placed the fragment at full length, and at right angles to the wall. In groping my way around the prison, I could not fail to encounter this rag upon completing the circuit. So, at least I thought: but I had not counted upon the extent of the dungeon, or upon my own weakness. The ground was moist and slippery. I staggered onward for some time, when I stumbled and fell. My excessive fatigue induced me to remain prostrate; and sleep soon overtook me as I lay.
Upon awaking, and stretching forth an arm, I found beside me a loaf and a pitcher with water. I was too much exhausted to reflect upon this circumstance, but ate and drank with avidity. Shortly afterward, I resumed my tour around the prison, and with much toil came at last upon the fragment of the serge.