—Creo que ahí puede haber algo. Corren ciertos rumores sobre él y una paciente: una hermosa mujer, casada con un hombre de dudosa reputación, que toma drogas o algo por el estilo. Si no va con cuidado, le expulsarán del Colegio de Médicos. Todo eso encaja con el RT 362 muy bien, y no le ocultaré que tengo una buena idea de dónde pudo conseguir el veneno de serpiente. He ido a verle y se ha ido de la lengua. Después de todo, no son más que conjeturas que no se basan en hechos. No es fácil llegar a establecer hechos en este caso. Ryder parece un hombre honrado. Dice que fue a París a por un préstamo que no consiguió. Ha dado nombres y direcciones: todo comprobado. He averiguado que hace un par de semanas su empresa se hallaba al borde de la quiebra, pero parece haber salido bien del trance. Ya ve usted, nada es satisfactorio. Todo es un embrollo.
—No hay tal embrollo. El caso se presenta poco claro, pero la confusión solo existe en las mentes desordenadas.
—Diga lo que quiera, el resultado es el mismo. Fournier también está atascado. Supongo que usted lo ha desentrañado prácticamente todo, pero considera inoportuno hablar.
—No se burle. Aún no lo he descubierto todo. Voy paso a paso, con orden y método, pero aún me falta mucho camino.
—Pues crea que me alegro muchísimo, pero veamos qué pasos ha dado.
Poirot sonrió.
—He confeccionado también un pequeño cuadro —comentó, sacando un papel del bolsillo—. He aquí mi idea: el asesinato es una acción realizada para obtener un resultado determinado.
—Repita eso despacio.
—No es difícil de entender.
—Es posible que no, pero tal como lo dice usted, lo parece.
—No, no, es muy sencillo. Por ejemplo: usted necesita dinero y sabe que lo tendrá cuando muera una tía suya. Bien: realiza una acción, es decir, mata a su tía, y obtiene el resultado: hereda el dinero.
—Me gustaría tener alguna tía de esas —suspiró Japp—. Siga, ya comprendo su idea. Quiere decir que tiene que haber un motivo.
—Prefiero explicarlo a mi manera. Se ha llevado a cabo una acción consistente en asesinar a una persona. ¿Cuáles son los resultados? Examinando los diversos efectos que hemos observado podemos contestar al acertijo. Los resultados pueden ser muy distintos, ya que la acción en cuestión afecta a diferentes personas. Eh bien, yo estudio hoy, tres semanas después del crimen, los resultados obtenidos en once casos diferentes.
Desdobló el papel.
Japp se inclinó con cierto interés y leyó por encima del hombro de Poirot:
Señorita Grey. Resultado: mejora económica transitoria. Aumento de sueldo.
Señor Gale. Resultado: malo. Pérdida de clientela.
Lady Horbury. Resultado: bueno, si es CL 52.
Señorita Kerr. Resultado: malo, ya que la muerte de Giselle resta posibilidades a la obtención del divorcio de lord Horbury.
—¡Hum! —gruñó Japp, interrumpiendo el escrutinio—. ¿Así que piensa usted que está loca por milord? No sabía que tuviese usted tanto olfato para husmear esos líos amorosos.