3顶高脚帽 第二幕8
dionisio. No.
paula. Entonces, entonces, ¿qué tienes que hacer?
dionisio. Tengo... que hacer.
paula. ¡Lo dejas para otro día! ¡Hay muchos días! ¡Qué más da! ¿Es muy importante lo que tienes que hacer...?
dionisio. Sí.
paula. ¿Negocio?
dionisio. Negocio.
(Pausa.)
paula. (De pronto.) Novia no tendrás tú, ¿verdad...?
dionisio. No; novia, no.
paula. ¡No debes tener novia! ¿Para qué quieres tener novia? Es mejor que tengas sólo una amiga buena, como yo... Se pasa mejor... Yo no quiero tener novio... porque yo no me quiero casar. ¡Casarse es ridículo! ¡Tan tiesos! ¡Tan pálidos! ¡Tan bobos! Qué risa, ¿verdad...? ¿Tú piensas casarte alguna vez?
dionisio. Regular.
paula. No te cases nunca... Estás mejor así... Así estás más guapo... Si tú te casas, serás desgraciado... Y engordarás bajo la pantalla del comedor... Y, además, ya nosotros no podremos ser amigos más... ¡Mañana iremos a la playa a comer cangrejos! Y pasado mañana tú te levantarás temprano y yo también... Nos citaremos abajo y nos iremos en seguida al puerto y alquilaremos una barca... ¡Una barca sin barquero! Y nos llevamos el bañador y nos bañamos lejos de la playa, donde no se haga pie... ¿Tú sabes nadar...?
dionisio. Sí. Nado muy bien...
paula. Más nado yo. Yo resisto mucho. Ya lo verás...
dionisio. Yo sé hacer el muerto y bucear...
paula. Yo hago la carpa... y, desde el trampolín, sé hacer el ángel...
dionisio. Y yo cojo del fondo diez céntimos con la boca...
paula. ¡Oh! ¡Qué bien! ¡Qué gran día mañana! ¡Y pasado! ¡Ya verás, Dionisio, ya verás! ¡Nos tostaremos al sol!
sagra(Por la lateral izquierda, con el abrigo y el sombrero puestos.) ¡Paula! ¡Paula! ¡Ven! ¡Mira! ¿Sabes una cosa? ¡Hemos decidido irnos todos al puerto a ver amanecer! El puerto está cerca y ya casi es de día. Nos llevaremos las botellas que quedan y allí las beberemos junto a los pescadores que salen a la mar... ¡Lo pasaremos muy bien! ¡Vamos todos a ver amanecer!...
(De la habitación de la izquierda empieza a salir gente. madame olga ya vestida. el guapo muchacho. trudy y el romántico enamorado. el explorador. Y el coro de viejos extraños. El último, el cazador astuto, con cuatro perros atados, que sería encantador que fueran ladrando. Todos van en fila y cogidos del brazo. Todos llevan botellas en la mano.)
el guapo muchacho. (Casi cantando.) ¡Vamos a ver amanecer!
todos. ¡Vamos a ver amanecer!
el romántico enamorado. ¡Frente a las aguas de la bahía!...
todos. ¡Frente a las aguas de la bahía!...
el explorador. ¡Y después tiraremos al mar la botella que quede vacía!...
unos. (Saliendo por la puerta del foro.) ¡Vamos a ver amanecer!
otros. ¡Frente a las aguas de la bahía!
(Y se van todos.)
paula. (Alegre.) ¿Vamos, Dionisio?
dionisio. ¿Qué hora es?
paula. Deben de ser cerca de las seis...
dionisio. ¿Cerca de las seis?
paula. Sí. Ya pronto amanecerá...
dionisio. No puede ser... ¡Las seis! ¡Son cerca de las seis!
paula. Pero ¿qué tienes, Dionisio? ¿Por qué estás así? ¡Vamos con ellos!...
dionisio. No. No voy.
paula. ¿Por qué?
dionisio. Porque estoy enfermo... Me duele mucho la cabeza... Bebí demasiado... No. Todo esto es absurdo. Yo no puedo hacer esto... ¡Ya son cerca de las seis!... Yo quiero estar solo... Yo necesito estar solo...
paula. Ven, Dionisio... Yo quiero ir contigo... Si tú no vas, me quedo también yo... aquí, junto a ti... ¡Yo no puedo estar separada de ti! (Se acerca a él mucho, con amor.) ¡Tú eres un chico muy maravilloso! (Apoya la cabeza en el hombro de dionisio, ofreciéndole la boca.) ¡Me gusta tanto!
(Y se besan muy fuerte. Pero buby, silenciosamente, ha salido por la izquierda y ha visto este beso maravilloso. Y, fríamente, se acerca a ellos y da un fuerte golpe en la nuca a paula, que cae al suelo, dando un pequeño grito. Después, muy rápidamente, buby huye por la puerta del foro, cerrándola al salir. paula, en el suelo, con los ojos cerrados, no se mueve. Quizá está desmayada, o muerta. dionisio, espantado, va de una puerta a otra, unas veces corriendo y otras muy despacito. Está más grotesco que nunca.)
dionisio. ¿Qué es esto? ¿Qué es esto, Dios mío? ¡No es posible!...(Y, de pronto, suena el timbre del teléfono. dionisio toma el auricular y habla.) ¿Eh? ¿Quién? Sí. Soy yo, Dionisio... No, no me ha pasado nada. Estoy bien. ¿Te has asustado porque no contesté cuando llamaste? ¡Oh, no! ¡Me dolía mucho la cabeza y salí! Salí a la calle a respirar el aire. Sí. Por eso no podía contestar cuando llamabas... ¿Qué dices? ¿Eh? ¿Que viene tu padre? ¿A qué? ¡Pero si no pasa nada! ¡Es estúpido que le hayas hecho venir!... No ocurre nada... No pasa nada... (Y llaman a la puerta del foro.) ¡Ah! (Al teléfono.) Han llamado a la puerta... Sí... debe ser tu padre... Sí...
(Al ir, nerviosamente, hacia la puerta, tira del auricular y rompe el cordón. Intenta arreglarlo. No puede. Se desconcierta aún más.)
don sacramento. (Dentro.) ¡Dionisio! ¡Dionisio! (dionisio, con auricular en la mano, y todo muy rápidamente, corre hacia la puerta. No sabe qué hacer. Va hacia paula y se arrodilla junto a ella. Pone su oído en el pecho de paula, intentando oír su corazón. Hace un gesto de pánico. Y ahora pone el extremo del cordón del teléfono, que lleva en la mano, junto al corazón de paula y escucha por el auricular, «como el sabio doctor». don sacramento, dentro, golpeando.) ¡Dionisio! ¡Dionisio!
dionisio. (Contestando también por el auricular.) ¡Un momento! ¡Voy!
(Y cogiendo a paula por debajo de los brazos, desgarbadamente, ridículamente, intenta ocultarla tras de la cama, mientras cae el
TELÓN)